Querella
De tanto soltar me quedo sin nada. Y sin nada ni nadie peleo en el aire.
No se entiende esta contienda. No se mira, no se escucha. Todos tiran, nadie afloja. Sólo es guerra, todo es lucha.
Una guerra al interior que se lleva lo que venga y se expande hacia afuera, que no sabe de fronteras.
El rincón es bien seguro, el sueño descansa tranquilo. Allá afuera, en el amor, todo pende de un hilo.
Ya me comentó el pasado cuán profundo es el abismo.
Ya me comentó el presente que se trata de uno mismo.